Ferrovial Creación en Movimiento, de José Manuel Ballester

Cuando la tecnología parece magia

Oporto, Portugal

Autopista Norte Litoral Ver proyecto completo

Durante años, quienes se aventuraban al sur de la frontera entre Galicia y Portugal pensaban recorrer una autopista mágica.

No era por sus rectas infinitas de pendientes largas y suaves, ni por sus paisajes salvajes de la costa atlántica portuguesa. La magia, en aquel lugar, la ponía la tecnología. La carretera podía recorrerse de principio a fin, entre Caminha y Oporto, sin cruzarse con ninguna cabina de peaje. Y, aun así, de alguna manera imposible, se pagaba.

La llamada Autopista Norte Litoral fue pionera a la hora de instalar un peaje electrónico y de flujo libre. Cuando la solución se implementó entre 2008 y 2010, pocas autopistas en el mundo lo tenían. De ahí la sorpresa de quienes estaban acostumbrados a las colas y contar monedas frente a las cabinas de peaje. El sistema, bautizado como Vialivre, es hoy mucho más habitual en las carreteras de Portugal y de otras partes del mundo y ha permitido una gestión más eficiente del tráfico. Gestionado por Cintra.

La Autopista Norte Litoral discurre paralela a la costa, oculta en el bosque atlántico portugués. Une la ciudad de Oporto con Caminha, una localidad de frontera situada a orillas del Miño, ya en su desembocadura, mirando a las tierras de A Guarda. La autopista se completa con un ramal hacia el interior, entre Viana do Castelo y Ponte da Lima, para sumar un total de 119 kilómetros.

A lo largo del trazado, la autopista que fue mágica atraviesa 16 puentes y cinco túneles, asegurando un trazado recto y eficiente, capaz de salvar la complicada orografía del norte de Portugal. De hecho, para la construcción de esta infraestructura, hoy gestionada por Cintra, fue necesario excavar más de 10 millones de metros cúbicos de tierra y utilizar 300.000 metros cúbicos de hormigón en estructuras.

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