Ferrovial Creación en Movimiento, de José Manuel Ballester

El reflejo de la espera

Santiago de Chile, Chile

Construcción de la línea 3 del Metro de Santiago de Chile Visita el proyecto

Hay un punto en el que el ajetreo de Santiago de Chile puede verse reflejado en el techo. Allí, los más de dos millones y medio de usuarios diarios del metro, pueden perder su mirada unos segundos antes de echar a andar por los corredores infinitos de baldosas negras y blancas que caracterizan las estaciones del ferrocarril metropolitano; el más extenso de Sudamérica, con siete líneas que recorren 140 kilómetros y conectan y 136 estaciones.

El techo metálico que recubre las escaleras mecánicas de las estaciones de la línea 3 del metro de Santiago refleja también los colores y las luces de una de las líneas más avanzadas de Latinoamérica. Con sus trenes automatizados, sus cámaras de seguridad en los vagones y sus puertas de andén, conecta 17 estaciones entre la plaza de Quilicura y la terminal Fernando Castillo Velasco, a través de las comunas de Quilicura, Conchalí, Independencia, Santiago, Ñuñoa y La Reina.

La 3 es la única línea que se comunica con el resto de las vías subterráneas de Santiago y su inauguración supuso un aumento de tráfico de 245.000 personas por día.
Solo para construir los 3.000 metros del tramo 2, ejecutado por Ferrovial, fue necesario extraer 125.000 metros cúbicos de tierra.

La 3 es, también, la única línea que se comunica con el resto de las vías subterráneas de Santiago y su inauguración supuso un aumento de tráfico de 245.000 personas por día. Es, de hecho, en una de esas estaciones en las que el techo parece un espejo, en Ñuñoa, donde la línea 3 cruza sus caminos con la 6, la línea más nueva de la ciudad. Una línea cuya construcción supuso también uno de los mayores desafíos de la historia del metro santiaguino.

Solo para construir los 3.000 metros del tramo 2, ejecutado por Ferrovial, fue necesario extraer 125.000 metros cúbicos de tierra. Y para sostener los túneles se emplearon 10.500 metros cúbicos de hormigón proyectado y 675.000 kg de acero de construcción. Además, las complejidades geotécnicas del terreno hicieron necesaria la revisión constante del proyecto.

Pero hoy, bajo los techos azules y blancos de sus estaciones, de los que cuelgan los reflejos de los viajeros que esperan, los desafíos pasados quedan en segundo plano. Los trenes automáticos recorren las vías sin descanso, cohesionando los barrios, uniendo la ciudad, conectando un poco más el mundo.

Metro de Santiago de Chile (Chile)

Metro de Santiago de Chile (Chile)

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