Ferrovial Creación en Movimiento, de José Manuel Ballester

La luz de la caverna

Daivoes, Portugal

Lorem ipsum

Esta historia empieza en las laderas del monte Talariño, allí donde los hombres encienden fachós y hacen sonar cencerros vestidos de peliqueiros. Y termina en una caverna capaz de iluminar ciudades desde las entrañas de la tierra.

Cuando nace en las fuentes de la Alberguería, en el monte Talariño, el río Támega todavía no conoce su historia. Aún tiene que pasar por Laza, y seguir bajando de las lomas de la sierra de San Mamede, en Ourense, para cruzar las tierras históricas de Trás-os-Montes y acabar uniendo su curso con el del Duero, ya en territorio portugués. En su camino, todavía tendrá tiempo para pararse a iluminar un poco más el mundo.

El proyecto hidroeléctrico del río Támega, en el que participa Ferrovial, ultima la construcción de tres nuevas centrales (Gouvães, Daivões y Alto Tâmega) que serán capaces de producir 1.766 GWh de energía al año, suficientes para cubrir las necesidades del medio millón de personas que viven en las ciudades vecinas de Braga y Guimarães.

La de Daivoes será la primera en redirigir el curso del Támega para aprovechar su energía. Lo hará a partir del año que viene. La presa de arco alcanzará los 77 metros de altura y los 264 de longitud; y en su interior, ocultas en la montaña, estará equipada con dos turbinas de 118 MW de potencia.

Pero para completar la historia del Támega, la luz y los cencerros, todavía nos queda hablar de la caverna. La central de Gouvaes, la mayor de las tres, esconde una inmensa cavidad en la que irán instalados cuatro grupos reversibles de 220 MW, capaces de bombear agua turbinada del río hacia la futura presa de Gouvaes, como si de una pila natural se tratase, almacenando energía en forma de líquido.

Presa Tamega, Daivoes (Portugal)

Presa Tamega, Daivoes (Portugal)

  • Portugal
Google play App Store