La autopista I-77, en Carolina del Norte, transformó sus carriles para vehículos de alta ocupación en carriles rápidos. Por ella circulan más de 20.000 vehículos al día. A pesar de todo, los atascos ya no son habituales.

El proyecto de construcción llevado a cabo por Ferrovial Construcción, se divide en tres secciones: dos carriles express circulan en la I-77 en cada dirección entre Charlotte y la Salida 28. Un carril express en cualquier dirección lleva de la Salida 28 a la Salida 36, buscando minimizar los impactos ambientales en el Lago Norman. La gestión de la autopista lo realiza Cintra.

Más allá del asfalto, es la inteligencia de los números y las máquinas la que ha permitido mejorar la gestión del tráfico en Charlotte. Sensores y cámaras salpican la I-77 Express Lane, recopilando datos para calcular las necesidades de la autopista en tiempo real. El objetivo de estas managed lanes es variar los precios del peaje en función del tráfico para permitir que nunca se circule por debajo de los 80 kilómetros por hora en la carretera exprés.

Los carriles rápidos son los protagonistas de las fotografías de esta autopista. Que no solo mejoran los tiempos, sino que reducen las emisiones asociadas a la circulación.