BIM
El BIM es una metodología de trabajo orientada a la gestión eficiente de la información en entornos colaborativos.
¿Qué es el BIM?
La metodología BIM, acrónimo de Building Information Modeling, es un proceso de generación y gestión de datos e información de un edificio o infraestructura a lo largo de todo su ciclo de vida. El uso de software dinámico de modelado permite no sólo la representación tridimensional de los activos basada en elementos con metadatos asociados, sino también el simular la planificación de los trabajos (4D), gestionar mediciones y costes (5D) todo ello con el objetivo último de identificar, analizar y gestionar riesgos de modo más eficiente en un entorno virtual.
Esta nueva forma de trabajar ha pasado a formar parte de la estrategia empresarial para la gestión integral de proyectos de construcción , como ocurriera en su momento la metodología agile derivada del entorno de programación. Mientras que los programas CAD de modelado imitaban al dibujo tradicional, BIM simula procesos reales de construcción y mantenimiento. De ahí la revolución y la innovación derivada.
Ventajas del Building Information Modeling
Esta forma de trabajo permite al proyectista, al constructor y al operador de una infraestructura compartir información a lo largo de la vida del proyecto, ofrece la posibilidad de irla modificando a medida que aparecen variaciones o surgen cambios. De esta forma, estando todo vinculado, aumenta la trazabilidad de cada elemento y se elimina la duplicidad de información contenida en varias fuentes.
¿Cómo usamos el BIM en nuestros proyectos?
En 2008 adoptamos la metodología BIM como elemento estratégico y no solo como generador de modelos 3D. Extraer valor de los datos procedentes de diferentes fuentes y almacenarlos de forma estructurada ha sido desde el principio un objetivo.
En fase de obra, BIM nos ha ayudado a la coordinación del diseño de ingenierías -identificando y eliminando cualquier tipo de interferencias – y su integración con el de detalle producido por los subcontratistas, la monitorización de la planificación, la obtención y análisis comparativo de mediciones, la optimización de la logística de obra, el análisis y simulación de medidas de Seguridad y Salud a implementar así como de aspectos medioambientales (generación de ruido, impacto visual, etc…), la monitorización de trabajos temporales así como la mejora en la calidad de la documentación final entregada a clientes con la incorporación del “gemelo digital” para facilitar las tareas posteriores de operación y mantenimiento.
Aunque en algunos países en los que operamos el uso de BIM es obligatorio – como es el caso de Reino Unido desde 2016 para proyectos públicos – hemos fomentado el uso y la implementación de este entorno colaborativo en nuestras obras aun cuando no era un requerimiento contractual, sino porque lo hemos identificado como una herramienta para mejorar eficiencia de determinados procesos de obra. Ello nos ha permitido el aprender a gestionar el cambio cultural necesario para establecer BIM como base de trabajo sobre la que construir el resto de las operaciones.
No sólo las áreas técnicas de la compañía se ven impactadas por la implementación de esta metodología de trabajo. El hacer realidad su efectiva utilización requiere de la participación y el conocimiento de todas los departamentos de la organización (recursos humanos, legal, financiero, etc.), motivo por el que hemos diseñado y desplegado un ambicioso programa de formación continua para todos nuestros empleados y demandamos las habilidades necesarias para trabajar con esta metodología a los nuevos candidatos. Al fin y al cabo, BIM es la forma de trabajar, no ya del futuro, sino del presente.
