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¿Qué es un galvanómetro?

Un galvanómetro es uno de los instrumentos de medida de corriente eléctrica por excelencia. Se trata de un dispositivo empleado en circuitos eléctricos para conocer y medir la intensidad y sentido de la corriente eléctrica. 

Cualquier dispositivo puede sufrir daños irreparables si llega a recibir una sobrecarga eléctrica. Para evitar que esto suceda, se puede hacer uso de un galvanómetro, fabricado para medir la intensidad de una corriente eléctrica y, en consecuencia, poder controlarla. 

Puede usarse tanto en entornos domésticos como industriales. Existen galvanómetros sencillos, y también los hay con una mayor escala de medición, así como de más complejidad, que permiten la medida en ámbitos industriales.

¿Cómo se inventó el galvanómetro?

En 1820, el físico alemán Hans Oersted describió cómo las agujas de una brújula magnética podían desviarse ante la presencia de una corriente eléctrica generada en un alambre. Ese mismo año fue el químico alemán Johann Schweigger quien describió la posibilidad del uso de un instrumento capaz de medir dicho fenómeno. 

No obstante, no es hasta 1836 que se habla, formalmente, del galvanómetro, obra del italiano Luigi Galvani. El investigador descubrió que, aplicando una corriente eléctrica en la médula espinal de una rana muerta, se podían generar contracciones musculares en sus miembros, logrando un movimiento similar al que realizaba el animal en vida. 

¿Cuáles son las partes de un galvanómetro?

Si bien existen varios tipos de galvanómetros, todos guardan en común las mismas piezas que permiten obtener la medición del paso de la corriente eléctrica con precisión:

  1. Bobina: parte del galvanómetro por la que circula la corriente eléctrica que se busca medir.
  2. Resorte: también llamado muelle, se trata de la unión entre la bobina y la aguja que indica la medición. 
  3. Aguja: pieza que indica el valor de la corriente eléctrica medida.
  4. Imán permanente: es el encargado de producir el campo magnético que genera el movimiento de la bobina en función de la corriente.
  5. Escala: en la que se representan los valores de magnitud e intensidad de la corriente.

¿Cómo funciona un galvanómetro?

El funcionamiento de un galvanómetro viene determinado por la fuerza magnética que provoca el giro de una aguja; su movimiento es directamente proporcional a la intensidad de la corriente eléctrica del circuito; es decir, que la fuerza magnética, según sea mayor o menor, hará girar más o menos la aguja del instrumento de medida. 

En el galvanómetro se encuentra un imán permanente que somete a la bobina a su campo magnético. Cuando circula electricidad dentro de la bobina, la aguja dentro de ella empieza a girar con mayor o menor intensidad en función de la corriente que circula en su interior. A su vez, el giro de la bobina provoca que el resorte, que está conectado a ella, también se mueva. 

La escala en la que se gradúa el galvanómetro marca el valor final de la medición, que se corresponde con la intensidad de la corriente eléctrica y que está indicada por la aguja del instrumento. 

¿Qué tipos de galvanómetros existen?

Los galvanómetros se pueden dividir en dos tipos:

  1. Galvanómetro de cuadro móvil: es el más común. En este tipo de instrumento la aguja está conectada a una bobina mediante un resorte o muelle, y un imán fijo es el que genera el campo magnético que hace mover la bobina. Cuando la corriente eléctrica circula, mueve la aguja de manera proporcional a la intensidad de la corriente. 
  2. Galvanómetro de imán móvil: en este tipo, la parte móvil es el imán, no la bobina y, cuando circula la corriente eléctrica por la última, se genera una fuerza magnética que hace mover al imán. En consecuencia, la aguja está asociada al imán, que también se mueve en función a la intensidad de la corriente eléctrica. 

También existen galvanómetros portátiles que, de igual manera, pueden ser de cuadro móvil o de imán móvil según su diseño. 

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