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¿Qué es la conservación del agua?

El término conservación del agua se refiere a todas las actividades, prácticas y técnicas destinadas a utilizar de manera consciente y sostenible el agua dulce disponible en nuestro planeta, así como a proteger y preservar las fuentes de agua dulce, como ríos, lagos, acuíferos, aguas subterráneas y humedales.

De toda el agua contenida en el planeta, únicamente el 3% es agua dulce; de esta cantidad, solo el 0,5% es potable y está disponible.  El objetivo principal de la conservación del agua es proteger los ecosistemas naturales y garantizar la disponibilidad de este recurso vital a largo plazo para poder cubrir las necesidades humanas.

¿Qué medidas se pueden tomar para la conservación del agua?

  • Uso eficiente del agua en el hogar: pequeñas prácticas cotidianas pueden ayudar a ahorrar grandes cantidades de agua. Algunas de estas son:
    • Cerrar los grifos mientras no se utiliza el agua durante las duchas, el lavado de dientes, etc.
    • Reparar fugas de agua, por pequeñas que sean, en grifos y tuberías.
    • Instalar dispositivos de ahorro de agua, como cabezales de ducha de alta presión y bajo flujo, inodoros con botones de control de flujo, grifos con reguladores de caudal, etc.
    • Utilizar ciclos de ahorro en lavadoras y lavavajillas.
  • Riego inteligente: tanto en entornos domésticos como en contextos industriales, es posible implementar los métodos de riego eficientes más adecuados en cada caso para minimizar el desperdicio de agua en jardines y cultivos. Los sensores de humedad y las estaciones meteorológicas también ayudan a aplicar riegos más eficientes.
    En el ámbito agrícola, además de buenos sistemas de riego, para conservar agua es posible favorecer los cultivos que requieran menor agua, respetar la rotación de cultivos y los cultivos estacionales, y preparar los suelos para mejorar la retención de agua.
  • Reducción de agentes contaminantes: para disminuir la huella hídrica tanto en la agricultura como en la industria es indispensable evitar al máximo la utilización de agentes contaminantes del agua como fertilizantes, pesticidas, químicos, metales pesados, etc. También a nivel doméstico se puede contribuir a una menor polución del agua utilizando productos de limpieza biológicos.
  • Tratamiento y reutilización de aguas residuales: en el ámbito industrial y estatal cobra especial importancia el tratamiento de aguas. Esto cumple una doble función: en primer lugar, permite sacar el máximo provecho al agua empleada en procesos industriales; en segundo lugar, el tratamiento de las aguas residuales evita que se vierta a la naturaleza agua contaminada.

Naturalmente, la educación tiene un papel clave en la concienciación de la población mundial. Esto es lo que favorece la progresiva adopción de prácticas responsables en el uso cotidiano a nivel personal y comunitario. A nivel industrial, la legislación e implementación de programas formativos fomentan las buenas prácticas y reduce el gran impacto que tiene la industria en los recursos hídricos.

¿Cuáles son los problemas relacionados con la falta de conservación del agua?

Los principales problemas asociados a la poca o mala conservación del agua tienen que ver con su escasez, al tiempo que aumentan la población mundial y la demanda industrial, y la contaminación de los recursos de una industria aún en expansión.

Cerca de un millón de personas en el mundo no tienen agua potable limpia; y alrededor del 80% de las muertes del mundo tienen que ver con enfermedades relacionadas con el agua. La Organización de Naciones Unidas estima que para 2025, entre cinco y ocho millones de personas del mundo no tendrán suficiente agua para cubrir sus necesidades básicas.

El aumento de la población mundial, con su consecuente expansión de la agricultura y la industrialización, han incrementado la demanda de agua, al tiempo que ha aumentado la contaminación del recurso hídrico. A su vez, las emisiones han potenciado el cambio climático que, entre otras cosas, ocasiona sequía y disminuye las reservas.

Por otra parte, las zonas rurales y los países en vías de desarrollo con frecuencia tienen problemas de alcantarillado y saneamiento de aguas servidas que contribuyen a la contaminación tanto de las propias fuentes de agua potable como del suelo y las reservas hídricas subterráneas.

La escasez ha conducido a la sobreextracción del recurso en lagos, ríos y cuencas hídricas, lo que causa graves daños ambientales. De hecho, el eje de la tierra se ha inclinado, en cierta medida por fenómenos naturales, pero en gran parte debido a la extracción de aguas subterráneas y al deshielo, consecuencia del cambio climático.

¿Por qué es importante la conservación del agua?

La conservación del agua es fundamental para la Estrategia de Sostenibilidad 2030, en particular para el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) número 6: agua limpia y saneamiento. El agua es un recurso limitado fundamental para la vida; su conservación permite:

  • Mantener el equilibro de los ecosistemas, preservar la biodiversidad y mitigar el cambio climático.
  • Garantizar el suministro de agua potable para la vida humana.
  • Hacer frente a la demanda creciente de agua potable debido al aumento de la población mundial, así como al incremento de los estándares de vida e higiene.
  • Evitar la sobreexplotación de los recursos hídricos del planeta.
  • Disminuir los costos y emisiones asociados a la extracción de agua potable y el tratamiento de aguas residuales.
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